Jessica Bueno está viviendo las que sin duda son las Navidades más complicadas de su vida tras su reciente separación de Jota Peleteiro. Y no puede disimularlo. Refugiada en su familia en su Sevilla natal, la modelo está volcada en que sus tres hijos – Fran (10) fruto de su relación con Kiko Rivera, y Jota (6) y Alejandro (1), con el exfutbolista – no noten su abatimiento, pero si la cara es el espejo del alma, es innegable que está completamente desolada.
Así la han podido captar las cámaras de Europa Press a su llegada a su casa de la localidad sevillana de Los Molares con su hijo pequeño en brazos después de ultimar los preparativos de la que será su primera Nochevieja sin Jota Peleteiro, con el que ha compartido última década de su vida. Con ropa deportiva y el pelo recogido en una favorecedora trenza, Jessica está bastante más delgada, una prueba de que los delicados momentos personales que ha vivido en los últimos tiempos le han pasado factura.
Fiel a su hermetismo en lo que a su vida se refiere, la modelo ha evitado confesar cómo se encuentra ni cómo afronta estas fechas tan especiales tras su separación del exfutbolista, pero su rostro transmite una tristeza incapaz de negar.
Fue a finales de noviembre cuando, tras días de rumores acerca de la existencia de una tercera persona en su matrimonio, Jota Peleteiro confirmaba su separación de Jessica a través de sus redes sociales: «Tras un periodo de reflexión y dos meses de separación física, y con el fin de evitar malos entendidos, queremos manifestar que hemos decidido formalizar nuestro divorcio de forma amistosa. Nos quedamos con los buenos momentos vividos, deseando mantener una buena relación siendo nuestra prioridad la felicidad y el bienestar de nuestros hijos».
Un comunicado tras el que se dejaba ver con la joven que presuntamente habría sido el detonante de su ruptura, Miriam Cruz, a la que conoció en agosto en Ibiza y con la que al parecer ya compartiría casa en Bilbao, cerrando así la puerta a una segunda oportunidad en su matrimonio con la sevillana, que se rumorea que confió hasta el final en una posible reconciliación con Jota, de quien estaba enamoradísima.
Sin embargo, sobreponiéndose a su desolación, Jessica afronta un 2023 que, en lo profesional se presenta de lo más ilusionante, puesto que en enero cobrará vida su proyecto más ambicioso, ‘Birya’, la empresa de organización de eventos que ha creado junto a su íntima amiga Lorena Bermúdez.
Fuente: (EUROPA PRESS)
