Inmersos en los preparativos de su boda, que se celebrará en el palacio El Rincón el próximo 8 de julio, Tamara Falcó e Íñigo Onieva han decidido tomarse un merecido descanso para disfrutar de unas vacaciones de Semana Santa tan especiales como románticas. ¿El lugar elegido? Un exclusivo resort de cinco estrellas -con habitaciones a partir de 3000 euros la noche- en la paradisíaca isla de Bali.
Días en los que no han faltado los paseos por la playa, las jornadas de turismo para conocer este idílico destino y, sobre, todo, momentos únicos en los que la pareja ha podido recargar pilas y desconectar del estrés que han vivido en los últimos meses -ya que son muchos los detalles a organizar para el que promete convertirse en el ’sí quiero’ del año- en el que todo apunta que será su último viaje como solteros; o su preHoney Moon como la ha definido el empresario en las diferentes imágenes que ha compartido en sus redes sociales.
Unas idílicas vacaciones que no han estado exentas de polémica. Y es que la afición de la marquesa de Griñón por el retoque fotográfico -del que ha hecho uso sin disimulo para ’licuar’ sus piernas y su cintura- ha quedado al descubierto cuando Íñigo ha publicado la misma imagen que su novia, una de ambos subidos a una moto, pero en su versión original. Es decir, sin retoques, dejando en evidencia a Tamara por el abuso de ’photoshop’ para parecer más delgada.
Ajenos a esta polémica, la enamorada pareja ha regresado este martes a primera hora de la mañana a España y, con el fin de evitar a la prensa, no han dudado en hacer uso del servicio premium del aeropuerto de Madrid -que también utilizan otras celebrities como Isabel Pantoja o Mario Vargas Llosa- donde les recogió su chófer de confianza. Mientras la socialité apostó por la comodidad con un chándal en tonos claros, zapatillas deportivas y el pelo recogido en una coleta, su prometido -con la almohada de viaje todavía sobre los hombros- se encargó de llevar el equipaje y cargar, además de con su mochila con el bolso de Tamara, repleto de cosas.
Minutos después, la pareja llegaba a su domicilio en el centro de la capital y, bronceados y sonrientes aunque con rostro cansado, nos han contado que sus viaje a Bali ha ido ’’bien’’ y se lo han pasado ’’muy bien’’. Eso sí, sobre la misma imagen que compartieron ambos, ella retocada y él sin retocar, ni una palabra.
Fuente: (EUROPA PRESS)